viernes, 14 de noviembre de 2008

Real Madrid vs. Málaga 4 - 3


Un argentino con aires franceses reactivó al Real Madrid. Se llama Gonzalo Higuaín, 'Pipita' para el fútbol. Con el arma preparada, hirió el marcador con cuatro dianas y lideró un ataque de raza del Madrid, habitual en época de crisis. Cuando los de Schuster se quedaron sin defensas, en tela de juicio, el abogado Higuaín levantó al señalado como culpable y dio un respiro al Bernabéu.

El Madrid se quedó cerca del ataque de nervios. Firmó una actuación lamentable defendiendo y, como siempre en los últimos tiempos, se agarró a la testiculina y a la casta para evitar los problemas. Unos problemas que no desaparecen, pero que al menos se dan un respiro por La Castellana. Schuster tiene un lío en la cabeza. No lo reconocerá, pero el alemán está impaciente. Ofreció un toque diferente al once, aunque sólo fuese así por el cambio de fichas. Raúl desapareció de la partida, Schuster volvió a insistir con Drenthe y Guti se mantuvo en la zona ancha.

No fue un partido del montón, más bien se instaló en la esquizofrenia, algo que siempre favorece los intereses madridistas. Cuando el guión se adapta a lo inesperado, el Madrid sale ganando. Los de Schuster no saben mandar, son previsibles con el enemigo colocado en su campo; pero, disfrutan en el descontrol.

Marcó Eliseu después de destapar las carencias de Marcelo y prolongar el estado problemático de Heinze. Respondió Higuaín, representante de la furia, dos minutos después. El Bernabéu recibió con indiferencia el cambio de golpes. Eran los primeros minutos del duelo.

"El Chiri"

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